domingo, 10 de octubre de 2010

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mcdb

Cien palabras que describan la melancolía o las ganas de llegar a la alegría, esa melancolía que recuerda una sombra, un camino por el que me alejé sin cruzar palabras y al llegar a ese desolado paisaje me encontré con la melodía de la esperanza, con el amanecer de noche, con las ganas de subir esa cuesta del olvido sin miedo a andar sin encontrarte, tocó entonces ordenar papeles, enfadarme y abrazarme a tu ausencia, enfrentarme a mis desplantes, a mis ganas y a mis intentos.

Hoy estoy sentado donde siempre, esperándote, buscándote, en ese camino que se llama alegría.