viernes, 18 de julio de 2008

La manzana prohibida se come con miel

Y si amanece por fin (J.S)

En ocasiones la primavera se torna referencial,
para ella, el invierno recién comenzaba
y sus lágrimas caían como las hojas en otoño
hojas de desilusión, de mentiras,
pero también de esperanza.
Para él el invierno comenzaba a ser su único estado de ánimo,
ya no había hojas cayendo, ni lágrimas,
había sencillamente frío.
Las primaveras se cruzaron y parecieron asomarse en momentos idénticos
aunque fuese una primavera inventada,
y pese al aire de prohibición, represión y pecado
el invierno asomaba su ocaso
una especie de miel cubría sus palabras
se empezaba a construir un puente,
él olvidó la mesura y se instaló en su inseparable pluma,
escribió versos para zafarse de las prohibiciones,
ingenió tácticas para evadir la represión
y comprendió el error de Adán,
pues la manzana prohibida no se come a secas,
El pecado si es dulce reconforta,
Ella estaba por entender que solo se crece en la osadía.

JEM

viernes, 11 de julio de 2008

Mi país

Este país, que por suerte y desventura es mi país, padece de una extraña enfermedad tropical, digo tropical porque sería poco profesional decir que la enfermedad también nos la impusieron desde el norte.

El problema es mucho más grave y profundo como para que la estimada racionalidad de nuestros amigos comunes del norte lo entiendan. Es pues, como alguien dice, muy nuestro peo esta enfermedad, este defecto de nacimiento, estas pocas ganas de hacer algo bien, por más pequeño e insignificante que sea, pero hacerlo bien.

En este país, es decir, el mío, no sabemos diferenciar entre el orgullo de ser nativo y la firma de un analfabeta; que por cierto están empeñados en decirnos que ya no quedan, quedamos muchos por desgracia, pues para no ser analfabeta no basta con saber diferenciar entre símbolos que se nos muestran y a los cuales les damos un sonido particular y pretendemos darle un significado.

Pero, que es realmente darle significado a las cosas, ¿qué es llorar cantando nuestro himno nacional o sin ir tan lejos qué es cantar el himno nacional?, ¿qué es tirar la basura en los envases dispuestos para ello?, ¿qué es respetar las leyes de tránsito?, ¿qué es decir buenos días cuando llegamos a un sitio público?, ¿qué es respetar a los demás?, y así podría estar por días, cuestionándome estos peculiares síntomas que devienen en esta extraña enfermedad.

El gran problema es que los médicos especializados también sufren de esta enfermedad tropical, entonces quien salvará a este país, mi país, seguimos buscando médicos o nos curamos nosotros mismos.

JEM