Ya que te fuiste veloz, como llegaste, voy atreverme a improvisar un poco.
He buscado dentro de mi recuerdo el viento que me llevo a junto a ti, pero no encuentro ninguno, simplemente me encuentro con que empiezas a estar dentro de mí, sin conocer exactamente el significado de tal afirmación.
Lo cierto es que dentro de las desilusiones vividas, existe una razón mayor que nos empieza a unir o al menos empieza a unirme a mí, tengo la mala costumbre de narrar en plural, pido disculpas anticipadas. Cada beso presagia un nuevo beso, pudiendo iniciarse una cadena perpetua de pasión, cariño y lujuria. Sólo espero que nuestros estados de ánimo sigan coincidiendo y que entendamos que los miedos crean distancias y las palabras crean puentes, puentes que nos pueden llevar a la otra orilla.
Entregarse no es regalarse.
Yo por mi parte, estoy cruzando el puente.
Te veo a la mitad.
JEM
Carta a un chavista.
Hace 9 años
1 comentario:
¡Jordyyyyyyyyyyyyyyyy! Jajajaja, me encatan tu blog :)
Todos estamos solos, Jordy. Pero, como dicen en P.S. I love you, "al menos estamos juntos en eso".
Besos, Deb.
Pendiente el viaje a Morrocoy. No sé si este fin, pero pendiente.
Publicar un comentario