viernes, 18 de julio de 2008

La manzana prohibida se come con miel

Y si amanece por fin (J.S)

En ocasiones la primavera se torna referencial,
para ella, el invierno recién comenzaba
y sus lágrimas caían como las hojas en otoño
hojas de desilusión, de mentiras,
pero también de esperanza.
Para él el invierno comenzaba a ser su único estado de ánimo,
ya no había hojas cayendo, ni lágrimas,
había sencillamente frío.
Las primaveras se cruzaron y parecieron asomarse en momentos idénticos
aunque fuese una primavera inventada,
y pese al aire de prohibición, represión y pecado
el invierno asomaba su ocaso
una especie de miel cubría sus palabras
se empezaba a construir un puente,
él olvidó la mesura y se instaló en su inseparable pluma,
escribió versos para zafarse de las prohibiciones,
ingenió tácticas para evadir la represión
y comprendió el error de Adán,
pues la manzana prohibida no se come a secas,
El pecado si es dulce reconforta,
Ella estaba por entender que solo se crece en la osadía.

JEM

3 comentarios:

Amira Saim dijo...

¡Qué lindo!

Fernando Asecas dijo...

Grande amigo

dijo...

Qué sorpresas me he llevado hoy.
Encontrarte por acá, descubrir que escribes y que citas a Sabina, por decir algunas.
"El pecado si es dulce reconforta,
Ella estaba por entender que solo se crece en la osadía" Too Much