lunes, 22 de octubre de 2007

Despedida de un pasante

Entre las maneras de iniciar líneas inéditas, siempre encontramos al agradecimiento como un excelente aliado. Es éste, en síntesis, un esfuerzo por expresarte la gratitud que me llevo de este tiempo en donde reconocí el trabajo y la sabiduría en mi moldeador directo. En las sociedades cuando se reconocen estos pilares nacen los hombres y la misma se encamina hacia el cumplimiento de sus fines.

Es por esto, que debo agradecer todas y cada una de las enseñanzas que me llevo de este magnifico lugar al cual pertenecí, debo agradecer primordialmente la confianza depositada en mi, pues me ayudo a crecer como ser humano el tener tan altas responsabilidades al desenvolverme en un rol que tal vez no las amerita.

Pese a que no estoy contento de escribir estas líneas en este momento, entiendo también que los caminos se van haciendo siempre para mejora de cada quien, siento que me falto mucho por aprender de ti y eso en realidad es lo que lamento, no el hecho de no haber obtenido un simple puesto de trabajo.

Agradezco haber indagado en pensamientos desconocidos y haber dado lo mejor de mi al plasmarlos en las teclas de alguna computadora, es una lástima que no voy a poder aprovechar la nueva que se agrego al equipo de sala de pasantes.

Esta relación laboral me dejó, además de innumerables enseñanzas, un amigo, así te veo, pronto también como compañero de ocupación; así como me tendiste la mano dentro de esta Firma, yo te tiendo la mía fuera de ella.

En tono de consejo, ya que estamos hablando entre amigos, nunca olvides lo que hay fuera de la Firma, existe un país que clama por mentes nuevas y brillantes, un país en donde crece tu hija y crecerán los míos, nunca le des la espalda por estar sumergido en mercantilismos, el jurista es mucho mas que un político, nuestros aportes perduran plasmados en códigos de conductas que los políticos deben seguir. Esto te lo digo ante la preocupación latente que nace frente a la desidia generacional que azota a nuestra sociedad.

Por último, y como dice Mario Benedetti, sabes que puedes contar conmigo, no hasta uno ni hasta dos, sino contar conmigo.

Buena Suerte y Hasta Luego

JEM

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